El regreso

La vuelta fue dura. Parecía una huída. Como siempre.
¿Una huída hacia delante?¿Hacía atrás?
No. Una búsqueda incesante de tí.
Como una niña que regresa de un campamento de verano.
¡Papá!¡Papá!¡He vuelto!¡Hola Papá!¡Estoy aquí!
¿Me quieres? Porque he vuelto para que me quieras.
No me contestó. Pero me mantuve firme.
¡Papá!¡Papá!¡He vuelto!¡Hola Papá!¡Estoy aquí!
Fui detrás de él tirándole del pantalón.
¡Papá!¡Papá!¡He vuelto!¡Hola Papá!¡Estoy aquí!
¿Me quieres?
Tampoco me contestó.
Lloré, pataleé, grité, tiré todos mis juguetes al suelo,los rompí,
me desnudé, corrí por la casa delante de él, tiritando de frío,
los labios morados...
¡Papá!¡Papá!¡He vuelto!¡Hola Papá!¡Estoy aquí!
¿Me quieres?
Me miró fijamente y me preguntó:¿Qué te has traido del campamento?
Contesté con firmeza: A mí misma.
El también contestó con firmeza: No me sirve.
Pero...¡Papá!¡Papá!¡He vuelto!¡Hola Papá!¡Estoy aquí!
¿Me quieres?
 

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La golondrina
de vuelta a su pasado
no encuentra su nido

M.B

Dedicado a Toledo y a su puto río Tajo, en un Junio de hace ya mucho tiempo.